Geopolítica y
Desarrollo Integral de Venezuela
La
geopolítica nacional ha dado un vuelco durante los últimos años,
específicamente a partir del cambio de modelo de gobierno, del democrático al
socialista, o como lo expresa nuestra Constitución, pasamos de la democracia
representativa a la democracia participativa. Ese
cambio de paradigma ha implicado el manejo de nuevos términos y una orientación
al desarrollo de la nación distinto al que se venia manejando durante los años
anteriores a 1999.
Términos como “desarrollo endógeno”
están sobre el tapete para expresar un modelo de desarrollo integral de las
comunidades. Dice la pagina oficial de PDVSA, que el desarrollo endógeno: “es
una forma de llevar adelante la transformación social, cultural y económica de
nuestra sociedad, basada en la reconquista de las tradiciones, el respeto al
medio ambiente y las relaciones equitativas de producción, que nos permita
convertir nuestros recursos naturales en productos que podamos consumir
distribuir y exportar al mundo entero”, logrando de esta forma el
empoderamiento de las comunidades organizadas.
Por otra
parte, Gonzalez U. (2008), hace un análisis del capítulo VII del plan de
desarrollo 2007-2013: “Nueva Geopolítica
Internacional” donde se explica que se pretende o pretendió desde el momento de
su publicación en 2007, instaurar una
estrategia de expansión en el aspecto geopolítico, considerando que durante
nuestros años de democracia representativa se venia manejando de forma si se
quiere limitada, por llamarla de alguna manera, en el sentido que el circulo de
acción no iba mas allá de los acuerdos e intercambios económicos con las otras naciones, al igual que lo hacían en la defensa de las
libertades en el Continente de América Latina.
Hoy en día los esfuerzos en
geopolítica han sido si se quiere un poco mas osados, pretendiendo instaurar un
proyecto geopolítico que logre reunir “afectos” o mas bien adeptos a nivel
continental, orientados a la izquierda radical o lo que llaman “Socialismo del Siglo XXI” y
que según lo expresó el mismo Fidel Castro en una entrevista, se trata de la
misma doctrina comunista de Carlos Marx,
la cual cuestiona y enfrenta constantemente al modelo capitalista hegemónico
estadounidense.
De una forma inusitada, una
ideología que se mostraba ya caduca por la evidencia de su fracaso en los
países de Europa del este durante el siglo XX y en la misma Cuba durante los
últimos 50 años, recupera fuerzas en nuestro continente de América Latina,
fuerzas antagónicas al poder norteamericano, mediante nuevos acuerdos
económicos para intercambios comerciales y de seguridad nacional.
Se trata de una política
exterior que pretende la expansión del continente suramericano y la
independencia económica de las naciones de la periferia.
Por otra parte, Venezuela puesto
la mirada mas allá de su vecindario
cercano, de manera que ha logrado acuerdos extra regionales con países
como Irán, Siria y Rusia. Ha buscando además, con China y otros países una
estrecha relación que vincule las economías entre ellos, e igualmente una
relación vínculos que engloben lo social, tecnológico y científico.
Este nuevo paradigma que ha
impulsado a la geopolítica venezolana ha impactado positivamente a la región,
sin embargo y paralelamente, el impacto negativo ha sido mas que evidente.
Por una parte, la
integración de nuestros países ha sido positiva y ha representado importantes acuerdos que como
bloque de naciones nos han hecho más fuertes e independientes sobre todo en lo
económico, con relativo éxito. La integración ha sido positiva igualmente en lo
social en el sentido que hay un compromiso y lealtad entre naciones que ha
permitido una consciencia de unión e interacción, o al menos es la meta actual,
la de lograr la acción coordinada de todos como si fueran uno.
Por otra parte y,
paradójicamente, Venezuela no ha tenido piedad con las naciones cuya ideología
sea distinta al “Socialismo”. Ese doble discurso de integración versus
exclusión le ha quitado seriedad a la imagen que tenemos como país a nivel
internacional. Venezuela por tanto tiene excluidos de su “circulo de amigos” a
los países de América Latina que tienen Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos, como Costa Rica, Panamá
entre otros países del continente. Es por ello que destaca González en su
análisis como la ideología ha ganado un terreno por encima de las acciones en
el caso venezolano.
En este orden de ideas, en
la reunión de expresidentes realizada en Caracas el mes pasado “Palabras para
Venezuela”, dichos expresidentes, socialistas por cierto, de Brasil, España y
Chile, Fernando
Henrique Cardoso, Felipe González y Ricardo Lagos, respectivamente, coincidieron
en que hoy en día la política de un país no debe estar signada por ideologías,
y que debe haber una consciencia o se debe internalizar, que ya no existe o no
debería existir gente de izquierda o de derecha. Ahora tenemos ciudadanos del
mundo que significan para los líderes de cada país un compromiso concreto
orientado más a un desarrollo social sustentable a través de políticas palpables
para lograrlo que al logro de la instauración de una ideología. Igualmente
expresaban y coincidían que esta nueva situación mundial se debe al fenómeno de
la globalización.
Cabe destacar y llama la
atención que en el Capitulo VII del Plan
de Desarrollo 2007-2013 ya mencionado, hay similitudes con respecto al primer
Plan de Desarrollo, cuyos objetivos y política internacional contienen principios
y valores que se venían sosteniendo desde la caída de Pérez Jiménez en 1958. Es
decir que esto no es del todo nuevo, si no que mas bien desde hace rato tenemos
encendidas las alarmas en lo que respecta a la política internacional durante
los años del gobierno actual pues ha significado en la ejecución de su plan de
geopolítica para el desarrollo integral el resquebrajamiento de algunos de los
objetivos planteados, valga el ejemplo del doble discurso integración versus
desintegración.
Tomando en consideración el
tema del desarrollo integral de la población de un país, cabe destacar que deben
orientarse esfuerzos para lograr una educación integral y global para todos, ya
que ese aspecto, el educativo, influirá directamente en el desarrollo de una
nación, porque bien sabemos que en la escala de valores de los recursos de un
país, es el recurso humano el principal ingrediente para lograrlo.
En el caso venezolano, el
desarrollo geopolítico que se ha llevado a cabo desde hace 14 años, supone un
modelo geopolítico ambicioso que compite
espacios geopolíticos con Brasil y con marcada influencia en países de América Latina,
especialmente Ecuador, Argentina, Bolivia y Nicaragua. Queda de alguna manera Brasil
rodeado por países aliados de Venezuela e inscrito en un espacio geopolítico
enmarcado desde Venezuela.
Leyendo a Mazzei, J, (s.f.),
en definitiva, una de las estrategias significativas o fundamentales para la
geopolítica de nuestro país ha sido la de prestar especial atención a las relaciones
internacionales, cuyo objetivo primordial ha sido el de establecer fuertes
alianzas geopolíticas, geoestratégicas y geoeconómicas.
Sin embargo pareciera que
estas alianzas reducen la importancia de estos acuerdos al sustentar y transmitir
a nivel internacional un mensaje que impulse lo que nuestro gobierno llama el “proceso
político revolucionario” con un discurso
agresivo de ataque a la hegemonía estadounidense, en lugar de dirigir esfuerzos
a soluciones visibles y organizadas.
Venezuela busca en la
implementación de estas políticas potenciar las capacidades internas en países
de la región latinoamericana, específicamente en sus países aliados; de modo
que puedan ser utilizadas para fortalecer su sociedad y su economía, para que
sea sustentable y sostenible en el tiempo. Sin embargo puertas adentro, no se
ha logrado el desarrollo integral de la gente en los aspectos que forman parte
de los individuos como el moral, cultural, social, político, y tecnológico y no
hemos podido convertir nuestros propios recursos naturales en productos que se
puedan consumir, distribuir y exportar al mundo entero.
En nuestro país la medición
de los índices de pobreza se mira desde el crecimiento económico y desde el
punto de vista neoclásico que mide estos índices considerando el ingreso, como
lo hacen instituciones tales como el Banco Central de Venezuela (BCV) y el
Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay paralelamente un enfoque orientado
al desarrollo económico integral de la nación, en donde se evidencie el impacto en las
condiciones de mejoramiento de vida, a partir de la condiciones educativas,
socio productivas, y de beneficios sociales, cuyo progreso de bienestar social impactaría
en el índice de desarrollo humano de manera palpable, con consecuencias en la
esperanza de vida, niveles educativos y el ingreso de cada habitante venezolano.
Sin embargo el
comportamiento de las economías de nuestro país no han permitido que estos
progresos que se han perseguido en el papel se den en la realidad.
Referencias Globales
Del
Rey Morato, J. (2007). Escuelas geopolíticas en America Latina, Foro
para una democracia segura. Safe Democracy Foundation. Recuperado el 11-04-2012
desde:
Gonzales Urrutia, E. (2008). La Politica Exterior de
Venezuela y la Nueva Geopolitica Internacional. Instituto Latinoamericano
de Investigaciones Sociales y Centro de Estudios Estratégicos de las Relaciones
Internacionales. Recuperado el 11-04-2012 desde: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/05560.pdf
Mazzei, J. A.
(s.f.). ALBA. Teorias sobre el desarrollo. Estudio
de información. Recuperado el 11-04-2012 desde: http://www.alv-logistica.org/docs/JoseMazzei.pdf
PDVSA. s.f. Que es el desarrollo
endógeno?. Recuperado el 15-04-2012 desde:
http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenu.tpl.html&newsid_obj_id=205&newsid_temas=92
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