martes, 24 de julio de 2012


Geopolítica y Desarrollo Integral de Venezuela
            La geopolítica nacional ha dado un vuelco durante los últimos años, específicamente a partir del cambio de modelo de gobierno, del democrático al socialista, o como lo expresa nuestra Constitución, pasamos de la democracia representativa a la democracia participativa.     Ese cambio de paradigma ha implicado el manejo de nuevos términos y una orientación al desarrollo de la nación distinto al que se venia manejando durante los años anteriores a 1999.
            Términos como “desarrollo endógeno” están sobre el tapete para expresar un modelo de desarrollo integral de las comunidades. Dice la pagina oficial de PDVSA, que el desarrollo endógeno: “es una forma de llevar adelante la transformación social, cultural y económica de nuestra sociedad, basada en la reconquista de las tradiciones, el respeto al medio ambiente y las relaciones equitativas de producción, que nos permita convertir nuestros recursos naturales en productos que podamos consumir distribuir y exportar al mundo entero”, logrando de esta forma el empoderamiento de las comunidades organizadas.
            Por otra parte, Gonzalez U. (2008), hace un análisis del capítulo VII del plan de desarrollo 2007-2013:  “Nueva Geopolítica Internacional” donde se explica que se pretende o pretendió desde el momento de su publicación en 2007, instaurar  una estrategia de expansión en el aspecto geopolítico, considerando que durante nuestros años de democracia representativa se venia manejando de forma si se quiere limitada, por llamarla de alguna manera, en el sentido que el circulo de acción no iba mas allá de los acuerdos e intercambios  económicos con las otras naciones,  al igual que lo hacían en la defensa de las libertades en el Continente de América Latina.
Hoy en día los esfuerzos en geopolítica han sido si se quiere un poco mas osados, pretendiendo instaurar un proyecto geopolítico que logre reunir “afectos” o mas bien adeptos a nivel continental, orientados a la izquierda radical o  lo que llaman “Socialismo del Siglo XXI” y que según lo expresó el mismo Fidel Castro en una entrevista, se trata de la misma doctrina comunista de  Carlos Marx, la cual cuestiona y enfrenta constantemente al modelo capitalista hegemónico estadounidense.
De una forma inusitada, una ideología que se mostraba ya caduca por la evidencia de su fracaso en los países de Europa del este durante el siglo XX y en la misma Cuba durante los últimos 50 años, recupera fuerzas en nuestro continente de América Latina, fuerzas antagónicas al poder norteamericano, mediante nuevos acuerdos económicos para intercambios comerciales y de seguridad nacional.
Se trata de una política exterior que pretende la expansión del continente suramericano y la independencia económica de las naciones de la periferia.
Por otra parte, Venezuela puesto la mirada mas allá de su vecindario  cercano, de manera que ha logrado acuerdos extra regionales con países como Irán, Siria y Rusia. Ha buscando además, con China y otros países una estrecha relación que vincule las economías entre ellos, e igualmente una relación vínculos que engloben lo social, tecnológico y científico.
Este nuevo paradigma que ha impulsado a la geopolítica venezolana ha impactado positivamente a la región, sin embargo y paralelamente, el impacto negativo ha sido mas que evidente.
Por una parte, la integración de nuestros países ha sido positiva y  ha representado importantes acuerdos que como bloque de naciones nos han hecho más fuertes e independientes sobre todo en lo económico, con relativo éxito. La integración ha sido positiva igualmente en lo social en el sentido que hay un compromiso y lealtad entre naciones que ha permitido una consciencia de unión e interacción, o al menos es la meta actual, la de lograr la acción coordinada de todos como si fueran uno.
Por otra parte y, paradójicamente, Venezuela no ha tenido piedad con las naciones cuya ideología sea distinta al “Socialismo”. Ese doble discurso de integración versus exclusión le ha quitado seriedad a la imagen que tenemos como país a nivel internacional. Venezuela por tanto tiene excluidos de su “circulo de amigos” a los países de América Latina que tienen Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos,  como Costa Rica, Panamá entre otros países del continente. Es por ello que destaca González en su análisis como la ideología ha ganado un terreno por encima de las acciones en el caso venezolano.
En este orden de ideas, en la reunión de expresidentes realizada en Caracas el mes pasado “Palabras para Venezuela”, dichos expresidentes, socialistas por cierto, de Brasil, España y Chile, Fernando Henrique Cardoso, Felipe González y Ricardo Lagos, respectivamente, coincidieron en que hoy en día la política de un país no debe estar signada por ideologías, y que debe haber una consciencia o se debe internalizar, que ya no existe o no debería existir gente de izquierda o de derecha. Ahora tenemos ciudadanos del mundo que significan para los líderes de cada país un compromiso concreto orientado más a un desarrollo social sustentable a través de políticas palpables para lograrlo que al logro de la instauración de una ideología. Igualmente expresaban y coincidían que esta nueva situación mundial se debe al fenómeno de la globalización.
Cabe destacar y llama la atención que en el Capitulo VII  del Plan de Desarrollo 2007-2013 ya mencionado, hay similitudes con respecto al primer Plan de Desarrollo, cuyos objetivos y política internacional contienen principios y valores que se venían sosteniendo desde la caída de Pérez Jiménez en 1958. Es decir que esto no es del todo nuevo, si no que mas bien desde hace rato tenemos encendidas las alarmas en lo que respecta a la política internacional durante los años del gobierno actual pues ha significado en la ejecución de su plan de geopolítica para el desarrollo integral el resquebrajamiento de algunos de los objetivos planteados, valga el ejemplo del doble discurso integración versus desintegración.
Tomando en consideración el tema del desarrollo integral de la población de un país, cabe destacar que deben orientarse esfuerzos para lograr una educación integral y global para todos, ya que ese aspecto, el educativo, influirá directamente en el desarrollo de una nación, porque bien sabemos que en la escala de valores de los recursos de un país, es el recurso humano el principal ingrediente para lograrlo.
En el caso venezolano, el desarrollo geopolítico que se ha llevado a cabo desde hace 14 años, supone un modelo geopolítico  ambicioso que compite espacios geopolíticos con Brasil y con marcada influencia en países de América Latina, especialmente Ecuador, Argentina, Bolivia y Nicaragua. Queda de alguna manera Brasil rodeado por países aliados de Venezuela e inscrito en un espacio geopolítico enmarcado desde Venezuela.  
Leyendo a Mazzei, J, (s.f.), en definitiva, una de las estrategias significativas o fundamentales para la geopolítica de nuestro país ha sido la de prestar especial atención a las relaciones internacionales, cuyo objetivo primordial ha sido el de establecer fuertes alianzas geopolíticas, geoestratégicas y geoeconómicas.
Sin embargo pareciera que estas alianzas reducen la importancia de estos acuerdos al sustentar y transmitir a nivel internacional un mensaje que impulse lo que nuestro gobierno llama el “proceso político revolucionario”  con un discurso agresivo de ataque a la hegemonía estadounidense, en lugar de dirigir esfuerzos a soluciones visibles y organizadas.
Venezuela busca en la implementación de estas políticas potenciar las capacidades internas en países de la región latinoamericana, específicamente en sus países aliados; de modo que puedan ser utilizadas para fortalecer su sociedad y su economía, para que sea sustentable y sostenible en el tiempo. Sin embargo puertas adentro, no se ha logrado el desarrollo integral de la gente en los aspectos que forman parte de los individuos como el moral, cultural, social, político, y tecnológico y no hemos podido convertir nuestros propios recursos naturales en productos que se puedan consumir, distribuir y exportar al mundo entero.
En nuestro país la medición de los índices de pobreza se mira desde el crecimiento económico y desde el punto de vista neoclásico que mide estos índices considerando el ingreso, como lo hacen instituciones tales como el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay paralelamente un enfoque orientado al desarrollo económico integral de la nación,  en donde se evidencie el impacto en las condiciones de mejoramiento de vida, a partir de la condiciones educativas, socio productivas, y de beneficios sociales, cuyo progreso de bienestar social impactaría en el índice de desarrollo humano de manera palpable, con consecuencias en la esperanza de vida, niveles educativos y el ingreso de cada habitante venezolano.
Sin embargo el comportamiento de las economías de nuestro país no han permitido que estos progresos que se han perseguido en el papel se den en la realidad.

Referencias Globales
Del Rey Morato, J. (2007). Escuelas geopolíticas en America Latina, Foro para una democracia segura. Safe Democracy Foundation. Recuperado el 11-04-2012 desde:

Gonzales Urrutia, E. (2008). La Politica Exterior de Venezuela y la Nueva Geopolitica Internacional. Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales y Centro de Estudios Estratégicos de las Relaciones Internacionales. Recuperado el 11-04-2012 desde: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/caracas/05560.pdf 

Mazzei, J. A. (s.f.). ALBA. Teorias sobre el desarrollo. Estudio de información. Recuperado el 11-04-2012 desde: http://www.alv-logistica.org/docs/JoseMazzei.pdf

PDVSA. s.f. Que es el desarrollo endógeno?. Recuperado el 15-04-2012 desde:
http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/readmenu.tpl.html&newsid_obj_id=205&newsid_temas=92

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